Enseñanza de la composición en el Grado de Música

Enseñar composición musical es una tarea complicada, la cual se hace más dificultosa cuando escapamos del lenguaje más tonal, entendiendo este último como la tonalidad propiamente dicha, una técnica cuyos códigos discursivos se han arraigado en nuestra escucha con una concreción relativamente alta y que además invade los planes de estudio con asignaturas como Fundamentos de la Composición, Contrapunto o Armonía. En muchas ocasiones, los alumnos necesitan recetas e ideas concretas para iniciar su discurso musical, por este hecho, en este trabajo concretamos criterios para desarrollar en la asignatura de Composición del Grado de Música de la UNIR, ya que parámetros como la tímbrica, la textura, las alturas o la armonía deben responder a ciertos criterios básicos. Una de las ideas en la composición musical es la búsqueda de puntos climácicos, o, dicho de otro modo, la búsqueda de la tensión y el inicio de otro bloque cuya demanda sea el inicio de otro clímax. El dinamismo o el contraste son otros elementos importantísimos que serán tratados en este trabajo. La energía de la obra —un elemento puramente orgánico— necesita responder a ciertos criterios básicos y cuasi-universales en el proceso creativo. Por último, la frescura y la originalidad serán tratadas por medio del elemento discordante en la composición, el cual aportará a la obra originalidad y singularidad.

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